Niebla es un proyecto que indaga en la historia de la Fábrica de Armas de Palencia (Santa Bárbara), por ende en cuestiones relativas a la industria armamentística.
Además de ser un complejo fabril productor de munición, es la fábrica más antigua de la ciudad y probablemente la más querida.
En 1937, Franco da la orden de trasladar la Fábrica de Armas de Toledo a una ciudad más tranquila, alejada del bando republicano: Palencia. Durante la Guerra Civil, la fábrica producía munición para utilizarse en el bando sublevado.
Después del conflicto, la Fábrica de Armas de Palencia se independizó de la de Toledo y fue oficialmente inaugurada por el dictador en 1940. La fábrica se convirtió en la principal industria de Palencia, era en sí misma una pequeña ciudad militar dentro de otra ciudad: colegio, cine, economato... una gran familia, como ellos dicen.
Una vez fuera de la protección del INI, Santa Barbara salió a competir mundialmente en el mercado internacional de armas.
En el año 2001, pasó a manos de la empresa estadounidense Santa Bárbara General Dynamics obteniendo un importante pico de producción tras los ataques a las Torres Gemelas y la posterior invasión de Irak.
Actualmente la fábrica pertenece a Nammo, empresa noruega. A pesar de que ya no existe ninguno de los servicios que antes se ofrecía, la empresa sigue siendo un lugar donde los trabajadores encuentran en ella un trato familiar, un empleo estable y unos convenios justos.
Paradójicamente en esta fábrica no se fabrican armas, solo balas.
Se entiende por bala cualquier cuerpo arrojadizo, compacto, duro y poco deformable, lanzado con un arma de fuego. Su impacto en el cuerpo humano varía en función de cómo se efectúe el disparo y del tipo de munición. La velocidad de la bala influye directamente en el poder de invasión de esta. Esta penetración provoca un vacío, un hueco por donde se pierde la vida. Un agujero generador de significado que me ha arrastrado hasta una situación de voyeurismo en la escena de un crimen de guerra. Un túnel oscuro en la historia, forjado de manera artesana y familiar.
La estructura de la que me sirvo para armar el proyecto, se articula a través de los pies de foto de una colección de fotografías tomadas en la Fábrica de Armas por el fotógrafo oficial del dictador, Campúa, en el año 1938. Mi proyecto comienza donde acaba el reportaje del fotógrafo: una misteriosa imagen en la que aparecen un conjunto de hombres desconocidos gestionando el destino del producto, ya acabado y embalado. He aquí donde empieza la verdadera vida de la bala, por eso mi proyecto comienza aquí.
Las fotografías de Campúa relatan y muestran el proceso de producción de la munición, yo me sirvo de estas indicaciones para relatar todo el proceso de investigación relativo al universo que la fábrica me ha desvelado. Además suponen la prueba definitiva de que la fábrica estuvo activa y dominada por el bando nacional durante la guerra, cuestión que siempre se me ha negado.